Bea Caballero, Directora Proyectos I+D+i Sigma Biotech: ‘Las nuevas generaciones estamos acostumbradas a probar productos cada vez más innovadores’

(05/09/2018) Comienza aquí un capítulo de varias publicaciones en donde podremos conocer más a fondo el personal que conforma el equipo de Sigma Biotech, los cuales desarrollan día a día cada uno de los proyectos de I+D para nuestros clientes.

Abrimos este capítulo especial con la actual Directora de Proyectos I+D+i y Nuevos Productos de Sigma Biotech, nuestra compañera Bea Caballero, que además es la responsable del Departamento de Proyectos I+D+i y Nuevos Productos. 

Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Diplomada en Nutrición y Dietética, Experta en Alteración Microbiana y Estudios de vida útil de Alimentos, además de titulada en un Máster Europeo en Seguridad Alimentaria ISO 9001 – ISO 19011, APPCC, BRC, IFS, e ISO 22000, le otorgan una amplia visión del mundo alimentario en su conjunto. Su experiencia habla por sí sola: más de 11 años dedicados al mundo de la I+D+i alimentaria avalan el amplio conocimiento que posee del sector alimentario y de las tendencias sobre las que gira continuamente el cambio en la industria. ¿Queréis conocer un poquito más su trabajo?

– Bea, comparte con nosotros cómo es el día a día de una Directora de Proyectos de I+D. 

El día a día aquí es una mezcla entre diseñar nuevos productos, evaluar las pruebas que se han realizado en el laboratorio, hablar con los clientes para que conozcan en todo momento en qué punto se encuentra su proyecto y que haya un feedback entre ambas partes, además de coordinar el trabajo de todo el equipo. Es un trabajo totalmente dinámico y en donde no hay días repetitivos.

– ¿Es cierto que no hay dos proyectos iguales? 

Efectivamente, cada proyecto tiene sus características, peculiaridades y condiciones, así que puede haber tantos proyectos como empresas e, incluso, personas. Es muy importante conocer cuales son los objetivos de un proyecto para poder adecuar desde el principio todo el trabajo que se lleva a cabo y, esos objetivos, nunca van a ser los mismos en dos proyectos diferentes.

– ¿La inversión en actividades de I+D+i por parte de las empresas del sector cuando llegaste a esta industria era la misma que en la actualidad? ¿Cómo crees que ha evolucionado el sector de la I+D+i en los últimos años? 

El sector está evolucionando de forma continua y aquellas empresas que llevan años realizando I+D+i son conscientes de la importancia de ello y continúan en esa línea, invirtiendo cada vez más, puesto que han visto que se obtienen muchos beneficios de ello. En cambio, hay otras empresas que están dando sus primeros pasos en I+D+i y, como es lógico, necesitan afianzar este tipo de proyectos antes de dedicarle más recursos. En cualquier caso, sí he visto una evolución en cuanto a número de proyectos y aumento de los presupuestos y ayudas para llevar a cabo actividades de I+D+i a lo largo de los últimos 10 años, tanto a nivel nacional como internacional.

– ¿Crees que es posible aunar innovación y tradición en productos en los que el consumidor es muy fiel? 

Es posible, ya que en realidad los consumidores demandamos las dos cosas dependiendo del momento. Los productos tradicionales se van a mantener aún durante varias décadas en las que el público senior seguirá consumiendo, pero las nuevas generaciones estamos acostumbradas a probar nuevos productos cada vez más innovadores, tanto que estén basados en los productos tradicionales como que sean totalmente nuevos y diferentes. Por ello, combinar tradición e innovación es una tendencia que seguramente se mantenga e incluso aumente, enfocado a las nuevas generaciones.

– ¿Qué papel juega la innovación en la estacionalidad de ciertos productos, por ejemplo? 

La innovación es una pieza clave en aspectos como la estacionalidad de los productos, ya que permite a las empresas no depender de las ventas de una época del año exclusivamente. Por ejemplo, Ferrero tenía Kinder Sorpresa, un huevo de chocolate que en verano apenas tenía ventas ya que se estropea fácilmente a temperaturas elevadas y, con un toque de innovación consiguió lanzar al mercado Kinder Joy, con el mismo concepto que Kinder Sorpresa (huevo de chocolate con sorpresa en su interior) y que puede consumirse fácilmente con temperaturas más altas.

– ¿Piensas que los consumidores demandan cada vez productos más novedosos o son las empresas las que crean esa necesidad?

Creo que hay una mezcla de las dos cosas y en algunas ocasiones prima el marketing o el enfoque con el que las empresas lanzan los productos al mercado y, en otras, finalmente es más importante la necesidad que cubren o que el consumidor aprecia.

– ¿Qué variables son para ti los pilares básicos para innovar con garantías de éxito en el mercado? 

Lamentablemente no hay una garantía de éxito para la innovación, ni en alimentación ni en ningún otro sector; el mercado es impredecible y lo único que sí se puede y se debe hacer es que cada empresa conozca lo máximo posible su mercado y sus posibilidades de actuación en él.

– ¿Cuáles crees que son los retos aún pendientes de la industria alimentaria? 

Un reto muy importante de la industria alimentaria, así como del resto de la sociedad en general, es la información. En el mundo actual recibimos mucha información, en algunos casos engañosa, que hace que exista un consumidor confundido y creo que la industria alimentaria debería invertir en dar información fiable con la que el público pueda saber qué está consumiendo y en qué medida es bueno o malo para su salud. Algunas veces no somos conscientes de que comer es un acto que realizamos todos los días varias veces al día y que influye directamente sobre nuestro estado de salud, de ahí la importancia de conocer de una manera rigurosa y científica cada uno de los alimentos que consumimos. En este sentido, además de que la educación recibida desde pequeños debería ser mucho mayor, la industria podría evolucionar y proporcionar dicha información sobre sus productos.

Muchas gracias.
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