Industria 4.0: La revolución industrial más potente jamás vista

A lo largo de la historia ha habido momentos clave en cuanto a la profesionalización de las empresas y a su industrialización. Por eso, es una suerte y a la vez una gran responsabilidad para compañías como la nuestra -con idiosincrasias propias de innovación en el día a día- vivir un futuro que ya está aquí y que trae nuevas formas de consumo y, por ende, apostar por el desarrollo de nuevas formas de producción que marcarán el devenir de futuras generaciones.

Llega la cuarta revolución industrial para volver a dar un nuevo ‘apretón de tuerca’ al sistema productivo mundial. En ella, se engloban todos los procesos industriales, desde los productivos y logísticos, hasta los innovativos, no sólo haciendo referencia a la parcela de información y gestión del conocimiento de la que tanto se habla últimamente. Hablamos de un proceso en el que más que nunca, todo estará interrelacionado y en donde cobrará aún más fuerza el gran agente protagonista de este sistema: el consumidor.

Aún desconocemos cuáles serán las consecuencias y resultados que obtendremos, pero lo que sí parece evidente es que se requiere de un entorno de mayor innovación. Mucho se está hablando de cómo será la industria agroalimentaria en el futuro. Mientras que unas empresas están en la creencia de que la revolución industrial está aún por venir, otras están ya inmersas en esa revolución que cambiará la manera de fabricar y distribuir alimentos para siempre.

La sociedad cambia constantemente y de una forma vertiginosa, obligando a utilizar los métodos más exhaustivos posibles para satisfacer necesidades; los consumidores nos hemos vuelto tan exigentes que no sólo valoramos el producto que llega a nuestras manos, sino que también el cómo se elabora y con qué medios, teniendo en cuenta múltiples variables que hace unos años ni sabíamos que existían. Nuestros gustos son menos estables y nos apetece probar cosas diferentes; nuestra comunicación es instantánea a través de redes sociales e internet; nos apasiona la personalización y un consumo diferente a lo habitual…

Por ello, el sector alimentario debe adaptarse y readaptarse a todos los inconvenientes que per se ya se encuentran en el día a día, como la dificultad que supone la fabricación de alimentos perecederos, la legislación como elemento clave, aparición de alertas o crisis alimentarias, elevados y estrictos controles sobre seguridad alimentaria, márgenes comerciales son estrechos por la presión competitiva y un largo etcétera que hacen aún más complejo y tedioso, pero a la vez más sencillo y seguro, la puesta a disposición del consumidor de productos cada vez más innovadores.

La nueva revolución industrial nos permitirá no sólo mejorar lo que ya existe sino anticiparnos a hipotéticos inconvenientes. ¿Será necesaria la fabricación personalizada? ¿Se podrán anticipar riesgos de mercado y productivos que evitarán grandes perjuicios no sólo económicos sino de marca? ¿Cómo podremos seguir aprovechando las mermas de nuestros productos? Lo veremos pronto, mucho antes de lo que nos imaginamos, siendo vital estar lo más preparados posibles para afrontar estos retos con las máximas garantías.

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