Ana de La Moneda, Técnico I+D+i y Nuevos Productos Sigma Biotech: ‘La Vigilancia Tecnológica debe ser la raíz de todo proyecto alimentario’

Continuamos en nuestra sección ’Conociendo a nuestro equipo’ con una breve charla con nuestra compañera Ana de La Moneda, uno de nuestros técnicos de I+D+i que trabajan diariamente en el desarrollo de nuevos proyectos para los clientes de Sigma Biotech.

Ana de la Moneda es Graduada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos por la Universidad de Granada, además de titulada en un máster en Dirección de Marketing y Gestión Comercial. Gracias a ello aporta a nuestro equipo una doble visión desde el mundo de la investigación alimentaria y la perspectiva del mercado desde el marketing.

Cuenta con experiencia en el campo de la investigación en la Estación Experimental del Zaidín del CSIC, dentro del departamento de Nutrición Animal, estudiando las posibilidades nutricionales de las algas y sus posibles efectos en la alimentación de rumiantes. ¿Queréis conocer un poquito más su trabajo? Nos os perdáis esta charla.

-Hola Ana, comparte con nosotros cómo es el día a día de un técnico de I+D+i y Nuevos Productos en Sigma Biotech.

El diseño, desarrollo o reformulación de productos conlleva mucho trabajo detrás. Por ello nuestro día a día, abarca desde el estudio inicial de tendencias y lanzamientos del sector alimentario, hasta la formulación y optimización final del producto final, pasando también por los estudios de vida útil o la evaluación sensorial de los productos. Cada proyecto es diferente al anterior, hecho a medida para el cliente en cuestión, por eso cada semana o mejor dicho cada día, las actividades son diferentes, lo que nos mantiene en constante aprendizaje y superación personal.

– ¿Qué tipo de tareas consideras que son clave dentro del cronograma de un proyecto para conseguir el éxito en el mismo? 

Todas las actividades dentro de un proyecto son importantes y dependen cada una de la anterior, por eso, en mi opinión, la planificación y organización previa del trabajo que se va a realizar es prioritario para lograr los objetivos fijados. Pero esta tarea de planificación debe ir de la mano de un buen análisis del mercado concreto, que nos permita detectar oportunidades y tendencias aún por explorar o posible competencia.

Durante todo el proceso, la comunicación con el cliente debe ser fluida y continua para asegurar un mutuo entendimiento y que los objetivos marcados sean compartidos y conseguibles.

– ¿Crees que las empresas valoran exactamente la importancia que tiene la vigilancia tecnológica antes de llevar a cabo nuevos lanzamientos al mercado?  ¿Por qué piensas que es fundamental la VT como punto de partida de cualquier proyecto?  

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Podríamos decir que la Vigilancia Tecnológica debe ser la raíz de todo proyecto. Como acabamos de hablar, es necesario conocer todo aquello que rodea a la idea inicial del producto, desde qué productos similares hay ya en el mercado, qué competidores los fabrican y/o comercializan, qué propiedades y alegaciones nutricionales se le pueden atribuir o cuales son las pautas que dicta la legislación al respecto y que se deben respetar al pie de la letra, todo ello apoyado en estudios y trabajos científicos.

Cuando no se tiene en cuenta todo esto para formular un nuevo producto, es muy difícil lograr que se integre bien en el mercado, desaprovechándose recursos, ya que se incurre en errores que con una vigilancia tecnológica se podrían evitar fácilmente.

– ¿Cuáles son las tendencias por las que consideras discurrirá el sector en los próximos años? 

Es fundamental conocer al consumidor actual, el cual se mueve por un deseo de probar productos nuevos, sorprendentes, ya sea con sabores, texturas o formas de consumo diferentes en alimentos y bebidas. Nos encontramos frente a un consumidor cada vez más curioso que desea romper con lo convencional.

Una de las corrientes principales en la alimentación hoy día es el estilo de vida “healthy”, que crece cada vez más rápido y pronto se convertirá en la primera tendencia mundial -si no lo es ya- con el gran impacto que ello conlleva. Los productos compuestos por plantas han remontado en todas las categorías, pero ya no es suficiente con incluir el verde en este tipo de productos; ahora es necesario ser más creativo y darle un valor añadido, como por ejemplo unirlo a alguna funcionalidad con beneficios para la salud. Hay muchas manera de hacerlo, y las empresas están invirtiendo en aumentar su portfolio de productos “Green up”.

-Las cuestiones legales y de marketing son fundamentales en el lanzamiento de nuevos productos. ¿Crees que estas cuestiones, si no son bien analizadas, conllevan al fracaso en el lanzamiento de nuevos productos? 

Tanto en el fracaso como en el éxito a la hora de lanzar un producto al mercado influyen muchos factores, pero sin duda uno de ellos es un mal análisis. Por eso es necesario plantearse que, aunque sea una tarea más laboriosa, debe ser la base para todas las actividades que se planteen. En todo equipo de investigación es necesario contar con expertos en materia de marketing y también en cuestiones legales.

– ¿Qué tipo de proyecto te ha sorprendido más hasta la fecha y en qué radica su dificultad?

Efectivamente, es un trabajo que esta lejos de ser aburrido, ya que se está en contacto con todas las novedades del sector, productos que hace unos años ni te imaginabas que existirían. Pero sin duda, hasta la fecha lo que más me ha sorprendido y sigue haciéndolo, es la capacidad de reinventarse de aquellos productos convencionales, lo que en marketing le llaman “commodities”. Aparentemente podría parecer que ya no tienen nada que hacer en el mercado, salvo con el tiempo desaparecer, pero son capaces de volver a definirse y transformarse en una idea nueva y novedosa, la cual está siendo muy demandada por las nuevas generaciones.

– ¿Cómo crees que ha evolucionado el sector de la I+D+i en los últimos años?

Cuando hablamos de I+D ya no es algo que sólo las empresas más avanzadas empiezan a implantar. Es una condición sin la cual la permanencia de las empresas en el mercado estaría muy comprometida. Invertir en I+D hoy es una apuesta segura teniendo muy claro cuál es la meta, en algunas compañías puede ser convertirse o mantenerse como líder de su sector, en otras la facturación o ampliar la cartera de productos. Lo que sí esta claro es que la inversión en innovación aporta un valor añadido que no se podría conseguir de otra forma y que seguiremos avanzando por este camino hasta que el I+D se convierta en la filosofía de cada empresa.

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– ¿Cuáles crees que son los retos aún pendientes de la industria alimentaria?

Hoy día el consumidor busca algo más en los productos que un simple bien de consumo, busca una conexión con el producto. Ya no solo va a influir el diseño del producto, si no todo el marketing que lo envuelva. Es ahí donde se encuentra el principal reto para el futuro en el sector alimentario, en general valor añadido de esta forma en alimentos y bebidas.

Paralelamente, el medio ambiente cada vez va tomando más parte en la decisión de los consumidores a la hora de elegir que producto comprar. Por eso, invertir en la sostenibilidad y el aprovechamiento de recursos será otro de los desafíos que debemos afrontar a corto plazo en la industria alimentaria.

 Muchas gracias. 

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