Estudio de vida útil: Una herramienta esencial para la Innovación

Hoy día la información es poder. Sabemos que productos se venden más, cuáles nos aportan más beneficios para la salud, incluso cuáles nos proporcionan mayor margen. Por tanto, establecer y conocer la vida útil de un producto puede conllevar grandes beneficios tanto para las empresas del sector alimentario como para el consumidor final. Además, se trata de una cuestión clave en materia de seguridad y control alimentario. Así mismo la determinación inadecuada de la vida útil de un alimento puede desencadenar consecuencias negativas. Pero empecemos por el principio:

¿Qué es la vida útil?

La vida útil de un alimento se define como el tiempo que transcurre tras su producción, en condiciones controladas de almacenamiento, tras el cual se apreciará una pérdida de sus propiedades sensoriales y fisicoquímicas, además de un cambio de su perfil microbiológico. Durante este periodo de tiempo el alimento se considera apto para su consumo desde el punto de vista sanitario y nutricional. Pasado esta longitud de tiempo finita, el producto se tornará inadecuado para el consumo.

[p] Es importante distinguir que la calidad de los alimentos afecta no solo a las cualidades sensoriales (olor, color, sabor, textura, apariencia o forma), sino también a las características higiénicas y químicas. Por tanta estamos hablando de un concepto integral, ligado a la vida útil del alimento, también conocida como durabilidad o vida en anaquel.

Además, podemos clasificar los alimentos en función de su estabilidad a lo largo de la vida útil, distinguiendo:

  • Perecederos, su vida útil es como máximo de 30 días. Deben mantenerse a temperaturas de congelación o refrigeración, y condiciones específicas de almacenamiento y envasado. Son alimentos como, por ejemplo, carne, pescado, frutas y verduras.
  • Semi-perecederos,su vida útil esta entre los 30 y los 90 días. Es mayor que en el caso del grupo anterior, porque presentan inhibidores naturales, o han recibido un tratamiento que les proporciona cierta tolerancia a las condiciones ambientales.
  • Poco perecederos,son aquellos alimentos estables a temperatura ambiente durante un largo periodo de tiempo. Su vida útil va desde varios meses hasta algunos años. Hablamos en este grupo por ejemplo de cereales, frutos secos o semillas.

Se deben establecer claramente diferentes parámetros, como son, el índice de deterioro, y el índice de fallo, que ayuden a determinar la vida útil de cualquier alimento. El índice de deterioro establece las mediciones físico-químicas, sensoriales y microbiológicas para evaluar los cambios que ocurren en el alimento, deben ser reproducibles. Por otro lado, el índice de fallo, nos indica mediante una serie de atributos de calidad que el alimento ya no es apto para el consumo.

El consumidor final podrá conocer la vida útil de un producto, buscando en la etiqueta del mismo la fecha de caducidad o la fecha de consumo preferente. Si tienes clara la diferencia entre ambas, recuerda que la fecha de caducidad nos indica la fecha a partir de la cual el producto no debe ser consumido pues puede representar un peligro a nivel sanitario. Sin embargo, la fecha de consumo preferente, indica la fecha a partir de la cual el producto no mantendrá plenamente sus características organolépticas, si bien no supondrá un peligro para la salud.

[p] ¿ Qué podemos hacer nosotros por ti?

Conocer la vida útil de un producto reporta numerosos beneficios, entre ellos, mejor prestigio de la marca, menor costo de retorno, menos reclamaciones de clientes, mayor seguridad alimentaria y la capacidad para anticiparse a posibles inconvenientes. Para ello se debe plantear un estudio de la vida útil, pero este tipo de estudios deben ser diseñados a medida para cada producto, teniendo en cuenta sus características y peculiaridades, detectando aquellos factores que hemos nombrado anteriormente son críticos para el alimento en cuestión.

Desde Sigma Biotech proporcionamos este servicio de solución tecnológica. Tanto a la hora de diseñar las técnicas de caracterización como los métodos de estimación. Este servicio incluye en primer lugar, la identificación de las causas de deterioro, con su consiguiente planteamiento del estudio para a continuación plantear el estudio en el laboratorio. Finalmente se hará un seguimiento del producto para poder identificar posibles cambios en el proceso. Asimismo, somos capaces de efectuar estudios de vida útil acelerados. En definitiva, determinar la vida útil de un alimento es un servicio y una herramienta esencial, a la hora de desarrollar nuevos productos o de modificar otros que ya se encuentren en el mercado, en definitiva, es una herramienta que va de la mano de la innovación alimentaria.

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